Las estadísticas del INE dan cuenta de una realidad alarmante. En el transcurso de unos cuatro años y medio, el valor de mercado de la Canasta Alimentaria del INE se incrementó casi 145% y adquirir los alimentos más básicos, tan sólo en Caracas, cuesta más que un salario mínimo y eso, si se encuentran al precio que indican las cifras oficiales.
La velocidad con la que aumentan los precios de los alimentos en el país es verdaderamente alarmante y preocupante. Al cierre de diciembre de 2011, la Canasta Alimentaria Normativa del INE se ubicaba en 1.741,29 bolívares y ya se reporta que en agosto llegó a 1.835,28 bolívares. Esto representa una variación intermensual de 0,7% respecto al mes de julio en la que se ubicó en 1.822,32. Lo cierto es que durante los primeros ocho meses del año la variación acumulada de esta canasta representativa de bienes se ubica en 5,4%. El Informe Mensual del INE correspondiente al mes de agosto, acota que esta variación acumulada refleja una reducción significativa, ya que la misma fue de 17% en igual período de 2011. También señala el documento en cuestión, que es primera vez desde el año 2008 que la variación acumulada a agosto es menor a 10%.
Aunque la realidad antes expuesta no puede negarse, al menos si se toman como válidas las cifras del INE, tampoco se puede negar que desde enero de 2008 hasta la última medición de la Canasta, los precios de los alimentos que la componen han aumentado en más de 100%. En enero de 2008, la Canasta Alimentaria Normativa podía ser adquirida por 749,30 bolívares; hoy, como se mencionó al inicio de la nota, la misma cuesta 1.835,28 bolívares, es decir, se incrementó casi 145%. Y aunque el salario mínimo en términos nominales ha sufrido incrementos si se quiere significativos, esto no se ha traducido en un incremento efectivo del poder de compra de los venezolanos, ya que el precio de los principales bienes de consumo han crecido sin control.
Caracas es sin duda la ciudad donde adquirir los alimentos básicos es más costoso. En agosto, la Canasta Alimentaria en la capital de la República superó los dos mil bolívares y se ubicó en 2.110,37, valor que se encuentra por encima del sueldo mínimo que sí es nacional y que no es más o menos dependiendo de la región del país. Hoy el salario mínimo asciende apenas a 2.047,48 bolívares. Casi a la par de Caracas se encuentra Maracaibo. En agosto, el valor de la Canasta Alimentaria se ubicó en 2.059,22 bolívares. A estas dos ciudades le sigue Maracay, que registró un incremento intermensual de 0,96 puntos porcentuales para ubicarse en 1.940,08 bolívares. Por su parte, Mérida es la ciudad del país donde los alimentos que componen la referida canasta de alimentos fue más “económica” en agosto. Al cierre del octavo mes del año, la Canasta Alimentaria costaba 1.258,19 bolívares en esta ciudad.
Durante agosto y respecto al mes previo, los precios de los huevos de gallina se incrementaron 13,74%; de los mangos, 9,12%, de las piñas, 7,83%; de la avena y derivados, 5,9%; del melón, 3,75%; de la carne de res molida, 2,43%; de la carne de cochino (2,35%) y de los frijoles, 2,23%. Indica el INE que los precios de las guayabas, zanahorias, sardinas, tomates y arroz, experimentaron disminución de sus precios. También menciona el Instituto que la variación de los rubros controlados presentó una variación intermensual de 0,57%.
Según el INE, un kilogramo de carne de res molida tenía un valor de mercado de 38,91 bolívares; mientras un kilogramo de atún fresco costaba 56,27 bolívares. Si usted conoce de lugares donde podamos conseguir estos productos a esos precios, avísenos.
Lo que debes saber de la Canasta Alimentaria
1. Se compone de 50 productos que son representativos del consumo de la familia venezolana.
2. Se basa en las necesidades de un hogar tipo de 5,2 personas.
3. Estos alimentos cubren la totalidad del requerimiento diario promedio per cápita de energía y nutrientes de la población venezolana y aportan un promedio de 2.200 calorías diarias por persona.
4. Son productos de bajo costo, por lo tanto, accesibles a la mayoría de los consumidores.
5. Se adaptan en lo posible a las necesidades de la producción nacional.
Daniel González G. Revista Económica de Venezuela