martes, 21 de agosto de 2012

En Venezuela: Prestaciones licuadas

Prestaciones licuadas
VÍCTOR SALMERÓN | EL UNIVERSAL
martes 21 de agosto de 2012 03:16 PM

Al terminar de prestar sus servicios al Estado, en ministerios, alcaldías, gobernaciones, universidades y demás organismos públicos, los trabajadores tienen derecho a recibir prestaciones sociales, un pago que compensa los años de dedicación y constituye el fondo para el retiro o el dinero para comenzar un nuevo período.

Pero el Gobierno se ha atrasado en el pago y tiene una enorme deuda por "pasivos laborales", acumulados durante los últimos catorce años, que aún no calcula del todo y al menos supera los 24 mil millones de bolívares, unos 5 mil 500 millones de dólares al tipo de cambio oficial.

Por la deuda con estos trabajadores, ya retirados, el Gobierno tiene que cancelar los intereses de mora que cada mes establece el Banco Central, tomando como referencia las tasas para créditos de las seis principales instituciones financieras del país, pero esto no es suficiente protección.

En este tema, la inflación se ha convertido en la gran enemiga de los trabajadores y una eficaz aliada para la chequera del Gobierno, porque a pesar de los intereses de mora, cuando cancele lo hará con bolívares que valen menos.

Entre 1998 y 2004 los intereses de mora por el atraso en el pago de las prestaciones superaron a la inflación, pero cuando el Gobierno controló las tasas para abaratar el crédito la relación se invirtió.

El resultado es que al contrastar la inflación y la tasa promedio para los intereses de mora de cada año, entre 2005 y 2011, el monto de las prestaciones sociales de los trabajadores públicos que ya no están activos y aún no han cobrado, acumula una pérdida de capacidad de compra de 30%.

Tras el colosal atraso en el pago el Gobierno ha anunciado que cancelará las prestaciones con bonos, llamados Petrorinocos, que los trabajadores deberán conservar al menos durante un año y por el cual recibirán una tasa de interés anual de 18%.

El principal riesgo es la devaluación. Todo indica que el año entrante será inevitable un ajuste cambiario para obtener más bolívares por los petrodólares y cubrir de esta manera parte de la brecha que existe entre el gasto y el ingreso en las cuentas públicas.

La consecuencia será una caída en la capacidad de compra de los bolívares que podrán obtenerse con los Petrorinocos.

Estos temas han sido obviados por los sindicalistas que apoyan al Gobierno pero, paradójicamente, también lo ha hecho la oposición, por lo tanto, debemos esperar la cadena presidencial donde habrá trabajadores felices con su Petrorinoco bajo el brazo.

@vsalmeron
FUENTE: EL UNIVERSAL DE VENEZUELA


PRESTACIONES SOCIALES LICUADAS EN VENEZUELA.pdf

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